periodismo malo

Acabo de darme cuenta que las últimas entradas de Sal y Queso están a rebosar de citas de un periódico, uno de estos días me va a llegar una denuncia por temas de copirraigt...
Pero en fin, este periódico, que cuando se trata de temas de adopción tiene unos artículos que la cagan una y otra vez, haciéndose amplificadores de las más inaceptables confusiones, por otro lado tiene periodístas, opinionistas y diseñonistas muy buenos.
El problema es la línea que han elegido para escupir sentencias sobre el tema de la adopción.
Una parte de las plumas hace una confusión tremenda y peligrosa entre un mundo, que yo en primera línea desearía fuese real, y las consecuencias de una realidad dura, tan dura cómo esa piedra que te golpea en la frente.
Esos señores van con casco y no le afectan las pedradas.

Ningún niño tendría que estar desamparado.
No tendría nunca que ser la pobreza a provocar este desamparo.
Nunca se tendría que lucrar nadie sobre la infelicidad de un ser humano y menos, si es posible menos que ese citado nunca, sobre la infelicidad de la infancia desamparada.
Dicho esto y afirmado una y otra vez, hay que decir fuerte y claro que la guerra contra la adopción internacional, el planteamiento costante en contra de las familias adoptantes, el hecho de pintarlas siempre y todas cómo unos pijos sin escrúpulos, dispuestos a sacar la cartera cada paso, para sobornar con el único fin de tener una familia de colorines, hacer del caso singular y condenable la norma... eso no hace nada bien a la infancia desamparada, no cambia el mundo, no lo mejora, ni elimina los culpables del negocio, y no es un periodismo ético y serio.

No es honesto generalizar de la forma en que algunos han hecho y siguen haciendo, confundiendo la opinión pública con noticias sesgadas, a veces falsas, mal interpretadas, poniendo la lupa sólo en lo malo, y olvidando la realidad cargada de honestidad y felicidad, representada por miles y miles de familias.
¿a qué sirve?
¿a quién sirve?

Soñando un mundo sin barreras... mientras esta gente, en el fondo, lo que quiere es que cada uno en su sitio y que no se mueva, qué más da que la adopción sea un acto de amor, de filiación, ni más ni menso que la biológica, con que haya un caso de corrupción que todos los demás se pudran. Lo que importa es que así haya motivos para pedir dinero y gastarlo en planes de ayuda que no resuelven nada, pero sirven para colgar medallas a los pijos de la ayuda humanitaria.

Cuando entenderán estos charlatanes que la mayoría de las familias adoptantes ni hemos robado niños, ni hemos favorecido la corrupción, ni hemos hecho tampoco una obra de bien, simplemente hemos creado una familia llena de amor, de felicidad, de preocupaciones, del día a día, normal... y que es lo que queremos seguir viviendo sin cínicos y presuntuosos oportunistas que nos quieren vender ni más, ni menos una moto todavía más defectuosa del mundo en e lque vivimos.

Mega organizaciones a las que en el fondo le importa más acumular cifras de necesitados, para poder justificar sus cuentas de miles de miles de millones, que de verdad buscar la vía eficaz para que no haya niños sin padres.

¿Me he pasado?
Lo siento, estoy indignado.