viernes, 26 de diciembre de 2008

El fuego y las castañas

Consejos de lectura breve, navideña.
Ángeles Mastretta

Un oboe, cuyo sonido inventó Morricone, está sonando en mi estudio. Y es de noche. Una tristeza tenue me descobija. No tengo motivos para estar triste. Viene la música y consuela.

En su blog Puerto Libre

sigue:

A mi madre le gustaba la Navidad. Y el gusto por estas fiestas es algo que se aprende en la infancia y del que no se abomina más que si uno es ingrato.
y sigue:

Las castañas son un asunto de otros inviernos, las extrañamos sólo algunos locos, algunos medio-descendientes de italianos o españoles que por más benditamente mezclados que estemos, aún llevamos en una que otra célula con arraigo la memoria del aroma a castañas tostadas en el fuego.

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